Migajas

Como una floración de sueños, 

Llegaste pura y bella, 

Como algo divino y bello te adentraste en mi ser

y en ese amanecer de vírgenes auroras
nos fuimos forjando en un bello poema.

Seguí tu estela de aromas sutiles,

Por el cendal de tu vida,

Obsesionado, loco, enamorado.

Seguí tu huella;

Mi fe ya rota en otros credos,

Sólo tú, diosa de mi demencia,

Rindiendo culto a tu hermosura,

Oliendo en tu camino las hojas que pisabas,

La arena que hollabas,

Bebiendo en la quebrada

El agua que dichoso tu cuerpo saturaba.

Y hoy, al fin de mi camino,

Hecho sombra en mi destino,

Rondo la tumba donde descansas

Como sombra acusadora,

Esperando las migajas

De ese perfume tuyo que trasciende tu descanso,

Y que a mí llegue como una ultima unción 

A este gran amor que fue 

solo para ti.

                                                                                                     - Babá ©