En la soledad, el alma se purifica, relucen antiguos rencores, odios escondidos bajo la epidermis, pasiones ocultas. Se practica la comunicación recíproca del tú - con - tu yo en el lenguaje íntimo del silencio. Se percibe la adicción que se nos ha inyectado. Se aprende a identificar la malaria de palabras a mal tiempo que nos carcome el recuerdo. El alma se aquieta, se sufre, se goza, escuchas tus latidos sincopados. Se muere y se nace.
- Babá
No hay comentarios:
Publicar un comentario